María llega a Barcelona
María es una estudiante colombiana. Tiene una beca para
estudiar un año en una universidad española. El Servicio de Ayuda para
Estudiantes en el Extranjero, le ha conseguido alojamiento en casa de una
familia barcelonesa.
María llega en taxi desde el aeropuerto de Barcelona. La
dirección que tiene es:
Sres.
Feliu
Paseo
Marítimo 42 Bajos
Barcelona
María está nerviosa. Es la primera vez que viaja fuera de
Colombia. La primera vez que hace un vuelo transoceánico. No sabe cómo es esta
familia, ni cómo la van a recibir.
Finalmente, María llama al timbre y la puerta se abre.
Al fondo del portal, la señora Feliu la espera sonriente a
la puerta del piso.
- ¿Eres
María, verdad? Encantada de conocerte. ¿Qué tal?, ¿cómo estás?
- Mucho
gusto, Señora Feliu. Es un placer conocerla.
- Pero…
No me llames Sra. Feliu, hija, suena muy formal. Me llamo Isabel.
- Pues…
Mucho gusto, Isabel. ¿Cómo está usted?
- Bien,
muy bien. Pero pasa, mujer. Debes de estar muy cansada. El viaje es muy largo;
son muchas horas de vuelo.
- La
verdad es que sí, estoy un poco cansada.
- Ven,
ven conmigo. Te enseño tu habitación, dejas las maletas y te das una buena
ducha. Mira, ésta es tu habitación, ¿qué te parece?
- Estupenda…
Es grande y tiene luz natural. Me gusta.
- Bien.
Pues…después de ducharte, ya habrán llegado mi marido y mis dos hijos. Te los
podré presentar y, si te apetece,
podemos cenar juntos.
- Gracias
Isabel. La idea de la ducha es excelente. Después, deshago las maletas y les
veo.
- Bien,
María. Bienvenida a nuestra casa. Haremos todo lo posible para que te sientas a
bien entre nosotros.
- Gracias.
Yo también haré lo que esté en mi mano para hacerles grata mi estancia en su casa.
Uno de los personajes de nuestro diálogo, es María. Ella es
una estudiante colombiana que viene a España, a Barcelona concretamente, para
cursar su último año de carrera en la Universidad de Barcelona.
Le han dado un beca. Una beca es una ayuda económica que
suele darse a los estudiantes que tienen un buen expediente académico. Esta
ayuda económica no suele ser muy elevada, no es una gran cantidad de dinero,
pero ayuda al estudiante a poder pagar sus dietas y su alojamiento.
Las dietas pagan las actividades que se realizan fuera de la
residencia habitual. Como María vivirá fuera de su país durante un curso
académico, su universidad la ayuda con una retribución, con un pago para su
alimentación, para su alojamiento en un casa particular y, finalmente, para
algunos gastos académicos.
Así, la beca es una cantidad mensual,decimos, un tanto
limitada para vivir, por ejemplo,
en Barcelona; y por ello, la familia de María le enviará algo más de
dinero, cada mes, con el fin de que viva sin apuros, para que tenga suficiente
dinero para las necesidades básicas : comida, alojamiento, transportes y
algunos gastos académicos en la universidad.
Cuando decimos, en español: poder vivir sin apuros, queremos
decir poder vivir sin carencias de cosas básicas, cosas básicas para nuestra
vida cotidiana, tales como la alimentación o la vivienda. María puede vivir sin
algunos diversiones pero su familia no quiere que pase ningún apuro ni con la
comida ni con el pago de su habitación. Por eso la ayudará con un plus económico
mensual.
Cuando María llega a la casa donde se alojará, donde vivirá
durante estos meses,aún no conoce a sus anfitriones, a los señores Feliu, a los
propietarios de la casa donde ella va a vivir durante su estancia en Barcelona.
Por eso María está nerviosa cuando llama al timbre. No sabe
cómo van a recibirla, no sabe si esas personas le gustarán; o si ella les caerá
bien a esas peronas; no sabe si va a causarles una buena impresión. Pero se
tranquiliza en cuanto ve el aspecto amable y sonriente de la señora Feliu.
La señora Feliu, Isabel, se dirige a María con amabilidad:
- ¿Eres
María, verdad? Encantada de conocerte. ¿Qué tal?, ¿cómo estás?
La señora Feliu usa una de las fórmulas más habituales en
español, cuando queremos expresarle a la otra persona nuestro agrado en
conocerle. Decimos:
- Encantado
de conocerte
- Encantada
de conocerte
O simplemente:
- Encantado
- Encantada
La señora Feliu añade, a continuación, dos fórmulas un poco
más informales y también más directas, para interesarse por el estado de María.
La señora Feliu dice:
- ¿Qué
tal? ¿Cómo estás?
Estas son dos expresiones muy comunes en una presentación
entre dos personas que acaban de
conocerse.
Pero también es muy habitual decirse esto entre amigos,
cuando se vuelven a ver, después de no verse durante un tiempo, o unos días. Se
dicen también: “ ¿Qué tal?, ¿cómo estás?”, y esto es también, un poco, como una
invitación directa al otro para que nos informe sobre cómo está en esos
momentos, sobre cómo le van las cosas, o incluso sobre qué cosas han pasado
últimamente en su vida; le estamos preguntando cómo le va la vida, … Y para
ello decimos estas fórmulas inciales, tales como:
- ¿Qué
tal?, ¿cómo estás? o
- ¿Qué
tal?, ¿cómo te va? o
- ¿Qué
hay?, ¿qué explicas? o
bien
- Hola,
¿qué cuentas? Etcétera.
María responde a los saludos de la señora Feliu con otra de
las fórmulas más corrientes en español:
- Mucho
gusto, señora Feliu. Es un placer conocerla.
En el texto, la señora Feliu le dice a María que no la llame
así, que no la llame señora Feliu, porque es una manera muy seria, muy formal
de dirigirse a ella. Le dice su nombre de pila, sin los apellidos, para que
María, de ahora en adelante, la llame, simplemente, Isabel.
En español, nuestro nombre de pila, es el nombre que,
habitualmente, nos ponen el día en que nos bautizan, cuando somos todavía un
bebé de muy pocos días.
En España, muchas personas usan formas familiares, derivadas
de sus nombres originales. Por ejemplo, a una persona que se llama
Ignacio, se le puede llamar Nacho
y se le puede llamar Iñaqui; a
Francisco se le puede llamar Paco;
a María Isabel, se le puede llamar Maribel;por ejemplo, Dolores es Lola; Mercedes, Merche; Enrique, Quique; y a Concepción, la llaman Conchita; son
muchísimos, muchos, muchos, los derivados de nombres que podemos encontrar en
español, por eso os damos solamente unos ejemplos de ello.
Pero, cuando nos encontramos con uno de estos nombres
transformados familiarmente, cuando necesitamos saber el nombre original de
alguien, le preguntamos por su nombre de pila, el nombre original que consta
oficialmente en su partida de nacimiento.
Igualmente, cuando queremos separar un tratamiento muy
formal, como el de señor o señora Feliu, o con cualquier otro apellido,
decimos:
- Mi
nombre de pila es Isabel
- Mi
nombre de pila es Ignacio
Retomando, ahora,
nuestra situación con María e Isabel, diremos que María, ahora, empieza
a relajarse un poco. Al ofrecimiento de Isabel de llamarla por su nombre, María
responde:
- Pues…
Mucho gusto, Isabel.
Y, a continuación, también le pregunta: “¿Cómo está
usted?”, para interesarse por
ella.
La señora Feliu la invita a pasar, a entrar en casa.
Comprende que María tiene que estar muy cansada. Ha sido un largo viaje desde
Bogotá. Han sido muchas horas de vuelo, unas 12 horas sentada en un avión.
La señora Feliu le enseña su habitación a María y la invita
a ducharse para que se sienta mejor, más cómoda, más descansada. E informa a
María de que, después, podrá conocer al resto de la familia : al señor Feliu y
a los dos hijos del matrimonio.
El matrimonio es la unión legal de dos personas, una unión
que puede ser canónica (la que hace un sacerdote en la iglesia) o puede ser
civil (que es la que se oficia en una institución laica, en una institución no
religiosa y que se lleva a cabo según la ley civil).
Así, pues, la señora Feliu le dice a María:
- …Más
tarde podré presentarte a mi marido y a mis dos hijos. Y, si te apetece,
podemos cenar juntos.
Ahora sí : María se siente acogida. Isabel le ha hecho un
recibimiento cálido, agradable. María puede apreciar que Isabel Feliu es una
persona amable y educada; conociéndola a ella, cabe pensar que su familia también será gente
educada y agradable, piensa María.
María ya no se siente incómoda, sino todo lo contrario. De
hecho, Isabel le explicita esta amabilidad una vez más, diciéndole:
- Bienvenida
a nuestra casa. Haremos todo lo posible para que te sientas bien entre
nosotros.
Hacer lo posible para que alguien se sienta bien en una
situación es esforzarse para que esa persona esté cómoda, esté a gusto. Hacer
lo posible para que algo funcione, es poner las condiciones para que funcione.
La señora Feliu quiere que María esté bien en su casa, que
se sienta a gusto, cómoda, que haya una buena relación entre su familia y
María; y que haya confianza y respeto por ambas partes.
Cuando María se queda sola en su habitación, tiene un
momento de nostalgia al recordar a su familia, en Bogotá. Pero, por otro lado,
siente también la ilusión de su nueva etapa en Barcelona.
Nuevas personas en su vida. Una cultura diferente por
descubrir. Nuevos amigos, nuevas emociones, nuevas relaciones; y nuevos retos
académicos.
Y la ducha es el punto de partida de su aventura española.
* * *
Y ahora, amigos, os vamos a repetir el diálogo de este episodio, con una velocidad normal del habla en español. Vamos a ver.
- ¿Eres
María, verdad? Encantada de conocerte. ¿Qué tal?, ¿cómo estás?
- Mucho
gusto, Señora Feliu. Es un placer conocerla.
- Pero…
No me llames Sra. Feliu, hija, suena muy formal. Me llamo Isabel.
- Pues…
Mucho gusto, Isabel. ¿Cómo está usted?
- Bien,
muy bien. Pero pasa, mujer. Debes de estar muy cansada. El viaje es muy largo;
son muchas horas de vuelo, ¿verdad?
- La
verdad es que sí, estoy un poco cansada.
- Ven,
ven conmigo. Te enseño tu habitación, dejas las maletas y te das una buena
ducha. Mira, ésta es tu habitación. ¿Qué, qué te parece?
- Estupenda…
Es grande y tiene luz natural. Me gusta.
- Después
de ducharte, ya habrán llegado mi marido y mis dos hijos. Te los podré
presentar y, si te apetece,
podremos cenar juntos.
- Gracias
Isabel. La idea de la ducha es excelente. Después, deshago las maletas y les
veo.
- Bien,
María. Bienvenida a nuestra casa. Haremos lo posible para que te sientas a bien
entre nosotros.
- Gracias.
Yo también haré lo que esté en mi mano para hacerles grata mi estancia en su
casa.