Práctica auditiva
(listening practice)
Episodio nº 14 : La playa no es el paraíso.
Inmersión
6.
Listening
Practice 6.
- ¿María? ¿Te
apetece que vayamos mañana a la playa?
- Me apetece mucho.
- De acuerdo. ¿A qué
hora quedamos?
- ¿Qué tal a las 9?
- Estupendo. Te
recojo a las 9.
- Tengo unas ganas
locas de ir a la playa.
- Sí, pero esta vez
no te olvides la crema solar.
- Desde luego. El
primer día, siempre me pongo como un cangrejo.
- Bueno, no te
preocupes, nos llevaremos la sombrilla.
- Sí, y la gorra.
- ¿Vamos a darnos un
baño al mar?
- La verdad… no sé
si me apetece…
- ¿Ah, no? ¿Por qué?
- Hay mucha gente,
hace mucho calor, me pongo muy roja…
- ¡Huy…! ¿Qué
podemos hacer por la princesa?
- No estoy
bromeando.
- ¡Mmm! ¡Qué bien se
está!
- Sí, la playa está
fantástica.
- ¿Vamos al agua?
- Vamos.
- ¿Está muy fría el
agua?
- No, ¡qué va! Está
estupenda.
- Entonces, voy a
darme un baño.
- ¡Uf! Tengo mucho
calor.
- ¿Por qué no te das
un baño?
- Tienes razón, no
soporto el sol por más tiempo. Me voy al agua.
- ¿Qué tal la playa?
- ¡Uf! Estaba hasta
los topes.
- Bueno, en verano,
siempre está llena de gente.
- Ya.... para mí, demasiado llena.
- ¡Qué fastidio de
música!
- Es verdad, está
muy fuerte y molesta.
- Parece una
discoteca, y no la playa.
- Sí, hay demasiado
ruido.
- ¡Cómo aprieta el
calor!
- Sí, hace un calor
sofocante.
- ¿Nos damos un
baño?
- Sí, vamos al agua
ahora mismo.
- ¿Me pones crema
solar en la espalda?
- ¡Claro! Ya está.
Ahora, ponme tú a mí.
- Sí. ¡Huy! Te daré
mucha, tienes la espalda roja, del sol.
- ¿Ah, si?
- ¡Vaya con el niño!
Me ha llenado la toalla de arena.
- ¡Niño! Ten
cuidado, por favor.
- ¡Huy! ¡Perdone,
señora!
- ¿Alquilamos
tumbonas?
- Sí, prefiero
pagar, pero estar cómodas.
- ¿Alquilamos
también sombrillas?
- Sí, mejor, o
dentro de una hora estaremos como cangrejos.
- ¡Qué buena estaba
el agua!
- Ya se nota, has
estado media hora.
- Sí, es que he
nadado un buen rato.
- ¡Qué bien!
- Voy a ponerme la
crema solar.
- Sí, ponte mucha,
estás roja.
- ¿Sí? ¿Me he
quemado un poco?
- Todavía no, pero cuídate.
- ¿Me presentas a tu
amigo?
- Sí, claro, es José
Luis, un compañero de oficina.
- Hola José Luis,
¿cómo te va?
- Hola Sandra.
Encantado.
- ¿Te apetece darte
un baño?
- Sí, me apetece
mucho.
- Vamos al agua,
entonces.
- ¡Venga!
- ¿Te pongo crema
solar?
- Sí, por favor,
tengo la espalda ardiendo....
- Te pongo mucha,
estás un poco quemada.
- Sí, por favor.
- Voy a ponerme las
gafas de sol, me molesta el sol en los ojos.
- Están en la bolsa
de playa.
- ¿Dónde?
- En la bolsa.
- ¿Dónde ponemos las
toallas?
- Allí hay menos
gente.
- Sí, allí hay
espacio.
- ¿Te has puesto
crema?
- ¡Claro! Por todo
el cuerpo.
- Ahora me la pongo
yo...
- ¿Te ayudo?
- ¿Había mucha gente
en la playa?
- Mucha.
- ¿Mucha?
- Sí, estaba hasta
los topes.
- ¿Has pasado un
buen día de playa?
- Sí.
- ¿Qué tal el baño?
- De coña.
- ¿Qué tal la playa?
- ¡De coña!
- ¿Ah. sí? ¿Se
estaba bien?
- Sí, mucho, hoy
parecía un paraíso.
- ¿Qué tal el día de
playa?
- Relajante.
- ¡Qué bien! ¿No?
- Sí, muy agradable.
- Ya son las siete,
tenemos que volver a casa.
- Ya.... pero...¡qué
pereza! La autopista estará llena de domingueros....
- Tendremos
paciencia.
- Sí, pero es un
fastidio.
- ¡Uf! No se puede
salir en domingo...
- ¿Por qué?
- Está lleno de
domingueros.
- ¡Igual que tú! Tú
también vas a la playa en domingo, ¿no?
- Sí, pero intento
no molestar.
- Llevamos dos horas
en la autopista.
- Sí, ¡qué fastidio!
- El tráfico está
horrible.
- ¡Paciencia! Ya
falta poco.
- ¡Qué bien estar en
la playa!
- Sí, aunque hay
mucha gente.
- ¡Claro! A todos
nos gusta....
- Sí, pero me
molesta tanta gente.
- La solución es
quedarse en casa.
- ¡Vaya solución!
- Luisito, ponte la
gorra para jugar a la pelota.
- Ya voy, mamá.
- ¡Luisito, por
última vez, la gorra!
- ¡Vaaaale! Ya me la
pongo...
- Hay mucho ruido en
la playa ¿no?
- ¿Te molesta?
- Un poco.
- Eres muy sensible,
chica...
- ¡Qué calor!
- Es que... estamos
en agosto.
- ¡Uf! ¡Qué ruido!
- En la playa, ya se
sabe...
- ¡Vaya! ¡Me han
llenado la toalla de arena!
- ¡Hija!, te quejas
de todo....
- Bueno,
perdona...pero… ¡hay cosas que me molestan!
- Estás fenomenal,
tan bronceada.
- Sí, es que he
venido bastantes días a la playa.
- Claro, por eso ya
no te quemas.
- No me quemo nunca,
soy morena de piel; pero, además,
me protejo con crema solar.
- ¡Vaya bronceado!
¿Has estado en las Fidji?
- No, en el pueblo
de mis padres, pero he tomado el sol.
- Ya se nota… estás
fantástico.
- Gracias. ¿Te
apetece un café y te cuento mis vacaciones?
- ¡Hecho!
* * *
Episodio
nº 15 : Gazpacho.
Inmersión
6.
Listening
Practice 6.
- Lucía, el gazpacho
de ayer por la noche, estaba exquisito.
- Me alegro de que
te gustara.
- ¿Podrás pasarme la
receta?
- ¡Claro que sí! Lo
pasaré al ordenador y te imprimiré la receta.
- Esto se llama
"gazpacho a la tecnología punta”.
- Ja ja ja ...
- Oye, el gazpacho
español ¿es difícil de hacer?
- ¡Qué va! Es muy
fácil. Se ponen todos los ingredientes crudos en la batidora y ¡listo!
- ¡Ah, sí? Pues dime
los ingredientes y lo hago.
- Mira : seis tomates,
un pepino, un pimiento verde pequeño, una cebolla pequeña, un diente de ajo,
miga de pan remojada en agua y vinagre, aceite, sal y agua fria.
- Creo que iré a tu
casa para verte hacer uno y después lo haré yo.
- No hay problema,
¿quieres venir esta noche?
- Sí, ¿a qué hora?
- Pásate a las ocho.
- Gracias. ¡Qué
ilusión! ¡Me encanta ese plato!
- ¿Clara? Explícame
la receta de los espaguetis carbonara.
- Pero Toni...¿Por
teléfono?
- ¡Claro! Te tengo
en "números preferentes" y puedo hablar contigo una hora por un euro.
- ¡Ah...! Entonces,
sí. Mira, preparas 2 huevos, crema de leche (o nata líquida) y cuatro lonchas
de beicon. Pones la pasta en agua hirviendo con sal, y la cueces diez o doce
minutos (al dente); mientras se cuece la pasta, picas la cebolla y la
pones en una sartén con un poco de aceite de oliva, a continuación añades el
beicon, picado, y lo dejas a fuego suave. Escurres la pasta y la añades a la
sartén, y finalmente le añades la mezcla de huevo y nata y remueves
constantemente para que se forme un crema, pero que no cuaje el huevo, sólo
unos segundos, y...
- ¡Qué fácil!
Gracias Clara.
- Bueno, ya me
dirás.
- Oye, ¿cuáles son
los ingredientes del melón con jamón?
- Ja, ja, ja...
pues, como su nombre indica, melón y jamón.
- ¿Y nada más?
- Nada más, lo comes
mezclado y está buenísimo.
- ¡Qué facil! Mañana
lo pongo como entrante.
- ¿Mami? Tengo
amigos a cenar. Recuérdame la
receta de la sopa de cebolla.
- ¡Ay, hija!
¡Siempre con prisas!
- ¡Va, mami! Que no
tengo todo el día...
- Bueeeno.... Mira,
pelas y troceas dos cebollas grandes y las sofríes lentamente, en mantequilla y
aceite, hasta que se doren. Cuando están bien doradas, añades una cucharadita
de harina y la doras durante unos segundos; a continuación, medio vaso de vino
blanco bueno, hasta que se evapore; después, unas hierbas aromáticas y un litro
de caldo de pollo; añades nuez moscada; lo dejas unos... quince minutos
más; finalmente, pones el grill
del horno y metes la olla de la sopa con pan tostado encima y queso gruyer,
hasta que se dore todo bien. Y ya está.
- ¡Ay, mami! ¡No sé
qué haría sin tí! Un beso y gracias.
- Hasta luego hija,
ya me dirás cómo te ha quedado.
- Ayer hice tu
receta de paella y me quedó buenísima.
- Me alegro. ¿Ves
como no era tan difícil?
- No, con la cocina
hay que atreverse...
- Dime, ¿Cuáles son
los ingredientes de la crema de champiñones?
- Pues...
champiñones, crema de leche, caldo de carne, cebolla,...
- Ya, ya,... Pero…¿y
las cantidades?
- Pues... 1/2 kilo de champiñones, una cebolla, un
vaso de nata y un litro de caldo.
- Ya...pero, ¿cómo
se hace?
- Pero, bueno,
entonces pregúntame directamente por la receta, y yo te la digo.
- Pues eso quería
decir : que cómo se hace la crema de champiñones.
- Esta noche te la
envio por email.
- ¡No te olvides!
- ¿Tú le pones
sofrito a la paella?
-¡Claro que sí! Le
pongo un sofrito de cebolla y pimiento rojo y verde, poco.
- ¿No le pones
tomate?
- No, no me gusta el
tomate en el sofrito de la paella.
- ¡Ah! Mañana haré
el sofrito sin tomate.
- Lo más importante
es que hagas un buen caldo de pescado para que salga buena.
- ¡Buena idea! Lo
haré.
- ¿Lucía? ¿Cómo te
quedó la sopa de cebolla?
- La verdad es que
fue un éxito, le gustó a todo el mundo.
- ¡Qué bien, hija!
¡Me alegro!
- Mami, te debo una.
- Ja, ja, ja, ...
- ¿Cómo se hace el
arroz japonés?
- Se lava tres veces
en agua y después se deja en remojo con el doble de agua, durante media hora.
- ¿Y qué más?
- Se pone a fuego
fuerte hasta que se oye que hierve, pero sin quitar la tapa, y luego se deja
diez minutos más a fuego muy suave.
- Y...¿Ya está?
- No, luego se deja
reposar, tapado, un ratito más.
- ¿Ése es el último
paso?
- Pues sí, hecho
así, queda glutinoso, ideal para acompañar salsas.
- Esta noche lo
hago.
- ¡Suerte!
- ¡Mmm! Este pastel
de queso está exquisito...¡Me gustaría saber hacerlo!
- ¿Le pregunto al
chef la receta?
- No seas tonto...
Era una forma de hablar.
- Ja, ja, ja, ...
- He hecho un rosbif
delicioso, pero no sé qué guarnición ponerle.
- Le queda muy bien
brócoli hervido, zanahorias pequeñitas y patatas al horno.
- ¡Gracias por la
idea! Eso haré.
- ¿Me invitas a
comer a mí también?
- ¡Claro que sí,
quédate!
- Sólo bromeaba,
pero si insistes... ¡me quedo!
- !Este gazpacho no
está frío!
- ¡Ah! Se me olvidó
meterlo en el frigorífico.
- Pues así, a
temperatura ambiente, no está tan bueno.
- Bueeeno, lo
solucionaremos poniéndole hielo.
- Pues...¡Mira! No
es mala idea.
- ¡Cómo te ha
quedado la paella! Está exquisita.
- Me ha quedado
buena, ¿eh!
- Eres muy buena
cocinera.
- ¡Qué va! Ha sido
suerte...
- Ya, ya, ...Bueno,
dame la receta.
- ¡Eso está hecho!
- ¡Este flan está
delicioso! ¿Cómo lo haces?
- Con leche
condensada.
- ¿Ah, sí?
Y...¿cómo?
- Pues primero pongo
caramelo líquido en la flanera; luego, en un bol hondo, bato tres huevos, le
añado un bote de leche condensada, y ese bote vacío, lo vuelvo a llenar de
leche normal, más medio bote más (1 1/2 bote de leche líquida normal); pongo
esa mezcla en la flanera y pongo ésta en otro recipiente con agua -que le toque
sólo el fondo a la flanera- para hacerlo al baño María; le pongo una tapadera,
de ésas que tienen unos agujeritos, lo dejo al baño María unos doce minutos, lo
aparto y lo dejo enfriar.
- ¿De verdad es tan
fácil?
- Prueba y verás.
- Esta noche pruebo
a hacerlo.
- Ya me dirás...
- ¿Cómo puede estar
tan buena una simple ensalada?
- Por el aliño.
- ¿Ah, sí? ¿Qué le
has puesto?
- Una simple
vinagreta con aceite de oliva, vinagre y sal, a la que he añadido una
cucharadita de mostaza y otra de miel.
- ¡Qué exótico! Está
muy rica... y es... ¡diferente!
- ¿Verdad que sí?
- Sí. Espera, que me
lo apunto.
- Mami ¿puedo probar
el pastel de queso?
- No, que aún está
caliente.
- Es que es como más
me gusta.
- Bueno, córtate un
trozo, pero cómelo despacio.
- ¡Mmmm! ¡Está de miedo!
Me parto otro pedazo...
- ¡Glotón!
- Prueba esta salsa,
a ver qué te parece.
- Mmm, muy buena.
- ¿Está bien de sal?
- Yo le añadiría un
poquito más.
- Venga, un poquito
más de sal. ¿Qué tal ahora?
- Ahora, perfecto.
- ¿Qué tal el
gazpacho?
- Bueno, pero un
poco soso.
- Es verdad, se me
olvidó probarlo y le he puesto poca sal.
- Bueno, le añadimos
sal y...¡Listo!
- ¿ A ver? Mmm,
ahora sí que está bueno.
- !Familiaaaaa! Hoy
cenamos tapas.
- ¡Yupiiiii!
- A ver, a ver, ....
Mmmm...., tortilla de patatas, gambas al ajillo y croquetas. Pero... ¡Tú eres
un genio!
- Ya sabéis que,
cuando papá cocina, esto es una fiesta.
- Papi...¡Excelente!
- Mmmm, ¡qué sabor
este pescado! ¿Cómo lo has hecho?
- A la sal.
- ¿Es difícil?
- No, es muy fácil, ya te lo explicaré.
- Sí, por favor,
quiero hacerlo en casa.
- ¿Cuáles son los
ingredientes de la crema de calabacín?
- Tres calabacines,
una cebolla, queso de fundir y caldo de pollo.
- ¿Y cómo se hace?
- Fríes la cebolla y
el calabacín, pelado y a trozos, después añades el caldo y lo dejas hervir unos
diez minutos; luego, lo pasas por la batidora y le añades unos quesitos de esos
de fundir y ...¡Listo!
- Es una receta
fácil.
- ¡Y rápida! Y te
soluciona un primer plato sano y rico.
- Me han dado una
receta facilísima.
- ¿Sí? Pues,
pasámela.
- Mira, pones en un
plato tomatitos de esos pequeños (cherry) y bolitas de mozarela pequeñas; le
repartes por encima unas hojas de albahaca troceadas y un poco de sal
Maldon y aceite de oliva... y
tienes una ensalada para chuparte los dedos.
- ¡Es genial! No
puede ser más fácil.
- ¿Te ha gustado,
eh?
* * *