Second Life.
Inmersión 7.
Listening Practice 7.
- Hola, ¿qué tal, Luis?
- Hola, Marta. Pues...muy liado con lo del nuevo piso...
- ¡Ah! ¡Es verdad! ¿Te cambias de piso, finalmente?
- Pues sí, pero entre el préstamo del Banco, los arreglos, la mudanza y comprar lo que me falta, no tengo ni un minuto.
- Bueno, cuando estés instalado, nos invitarás a cenar, ¿verdad?
- Claro que sí, lo celebraremos por todo lo alto.
- Hola Miriam, ¿cómo es que no viniste a la fiesta de María?
- Imposible, Rosa. He estado muy liada. Hace un mes vino mi madre a pasar una temporada con nosotros. Después, Alvaro se rompió el tobillo y tiene que estar dos meses inmovilizado, en casa. Y, además, el jefe me está pidiendo horas extras en el trabajo todas las semanas... Chica, voy de bólido y no tengo tiempo para nada.
- ¡Caramba, Miriam! No sabía nada. Bueno, cuando se normalice tu situación, ya quedaremos, ¿eh?
- Claro, nos vemos, Rosa.
- Con los exámenes finales, no tengo tiempo ni para dar un paseo.
- Bueno, pero tendrás un par de horas para ir a tomar algo esta noche, ¿verdad?
- Pues, mira, no, Boris. Lo siento, pero estoy demasiado liada con los exámenes y no puedo perder ni un minuto. Me quedan pocos días y un montón de tochos por leer. En otra ocasión.
- Tranquila, nos vemos cuando acabes exámenes. Así son las cosas...Venga!¡Suerte y a por todas!
- ¿Qué tal la asignatura de Psicopatología?
- Bueno... para aprobar, hay que hacer una presentación final sobre uno de los casos clínicos que hemos visto en Prácticas.
- ¡Ah! y...¿sobre qué tema la vas a hacer?
- Sobre neurosis obsesiva.
- ¡Brr! Eso suena fuertecillo.
- Hombre, no se lo pasan en grande quienes la padecen, pero la he estudiado a fondo y me apetece poner todas mis ideas en orden.
- Pues que te vaya fenomenal, la presentación.
- Gracias, eso espero.
- ¿Has hecho ya la exposición que tenías pendiente sobre Magritte?
- ¡Qué va! Estoy liadísima ordenando todo el material y pasándolo al ordenador.
- ¿Cuándo la tienes?
- La próxima semana.
- Te vendré a escuchar.
- ¡Ay, qué nervios!
- ¡Buf! ¡Qué descanso! Ya he hecho la presentación sobre Arquitectura y Modernidad.
- ¿Cómo te ha ido?
- Bien, he hablado media hora, pero he tenido la ayuda del powerpoint y de las diapositivas.
- ¿Y qué tal la gente?
- Bien, muy motivados, y además han hecho muchas preguntas.
-¡Enhorabuena!
- Gracias.
- Hola, ,Lupe, ¿qué tal te encuentras?
- Un poco igual...
- ¡Animo, mujer! Romper con el novio no quiere decir que se acabe el mundo.
- ¡Es fácil decirlo!
- Mira, tienes que salir más, tienes que distraerte.
- Ya lo sé, pero no me apetece.
- Bueno, mañana te llamo y quedamos para ir al cine.
- Llámame, si quieres, pero no tengo ilusión por salir…
- Te llamaré igualmente. ¡Venga!¡Ánimo, mujer!
- Oye, Paco, ¿por qué no nos vamos esta noche a cenar fuera y luego al cine?
- Estoy un poco cansado...
- Ya lo sé, yo también, pero es que apenas salimos, ¡esto no es vida!
- Tienes razón, Laura, vámonos por ahí, que no hacemos más que trabajar, y dormir para volver a trabajar.
- ¡Venga! Me visto en un minuto. Ve mirando los restaurantes, elige tú.
- ¿Fernando? Hemos quedado toda la peña para salir el sábado por la noche, ¿te apuntas?
- Claro que me apunto. Hace como tres semanas que no salgo... estoy histérico.
- Perfecto, te pasamos a recoger a tu casa, ¿hacia las siete, te va bien?
- Irene, eres un encanto, siempre apareces cuando más te necesito. Hasta el sábado.
- ¿Sabes que me he hecho usuario de Second Life?
- ¿Qué dices?
- Lo que oyes...
- ¿Y te has hecho un avatar?
- Estoy en ello, quiero diseñar un avatar muy especial.
- ¿Se parecerá a tí?
- En algunas cosas, sí, pero en otras, será completamente diferente.
- Cuando lo acabes, me lo enseñas.
- ¡ Ni hablar! Entra en Second Life y búscame...
- ¿Qué es Second Life?
- Una réplica virtual del mundo real, con otras cosas añadidas, dependiendo de la imaginación de los usuarios.
- ¿Te lo pasas bien allí?
- Yo, sí, pero hay gente que no quiere ni oir hablar del tema.
- A mi no me acaba de gustar, la verdad.
- Bueno, nadie te obliga, chico, es una elección libre.
- Sí, claro, sólo faltaría...
- Ayer, en SL, encontré un avatar con el que entablamos una conversación de horas.
- Y ¿cómo era?
- Rubia, alta, escultural, divertida, inteligente, ...
- Raúl...
- Dime, Angela.
- Tu ya te acuerdas de que los avatares no son copias de las personas, ¿verdad?
- Eeeeh, sí, sí, claro, ¿por qué lo dices?
- Así que... ya eres usuario de Second Life, ¿no?
- Pues sí, me he decidido.
- Por curiosidad, ¿cómo es tu avatar?
- Parecido a mí, pero más alto, un poco más delgado, más cachas, con más pelo, y viste muy moderno.
- ¡Conque parecido, eh?
- Oye, qué pasa, siempre que te llamo por teléfono me dicen que estás con el ordenador.
- Perdona, es que ahora me paso muchas horas en Second Life.
- Oye, ¿ no te estarás volviendo un adicto al universo paralelo ése?
- No, adicto no creo, pero ahí dentro se me pasa el tiempo volando y me cuesta cerrar la computadora.
- A eso se le llama adicción, guapo.
- ¿Qué tal por Second Life!
- ¡Super! Estoy manteniendo una relación muy intensa con Alicia.
- ¿Cómo, Alicia?
- Bueno, con una avatar llamado Alicia.
- Chico, cuidado, te veo muy metido en el mundo virtural ése.
- Sí, pero vamos a dar un paso más : queremos conocernos en la realidad.
- ¡Alucinante!
* * *
Toni y Alice.
Inmersión 7.
Listening Practise 7
- Hooola, cuánto tiempo, qué alegría verte.
- ¿Qué tal? ¿Cómo estás? Yo también me alegro mucho de verte.
- Y...¿qué es de tu vida?
- Todo bien, ¿y tú?
- Estupendo, me caso el mes que viene.
- Hombre, eso hay que celebrarlo.
- Te llamo y quedamos.
- De acuerdo. Llámame pronto.
- Hola, ¿estás sola?
- No por mucho rato...
- ¿Te apetece tomar algo?
- Ya estoy tomando algo, ¿no lo ves?
- Bueno.
- Rosa, ¿te apetece dar un paseo? Tengo que hablar contigo..
- Es que... ya había quedado.
- Es que tengo que decirte algo importante.
- Y ...¿no puede esperar?
- No puede.
- Bien, quedemos, entonces. ¿A las 8?
- A las 8.
- Pero bueno, ¿cómo es que me has llamado así, tan repentinamente?
- Ha sido un impulso.
- ¿Un impulso?
- Sí, necesito preguntarte algo ahora mismo.
- Dispara...
- Tú...¿qué sientes por mí?
- Ay, ay, ay,... las cosas se complican...
- Estas flores son para ti.
- ¿Vaya! ¡Son preciosas! Pero... no es mi cumpleaños.
- Ya lo sé, pero hoy tenía que regalarte flores.
- ¡Eres sorprendente!
- Siento decírtelo, no he conseguido el trabajo
- ¡Qué le vamos a hacer!
- Ya, pero esto da al traste con nuestro proyecto de vivir juntos.
- ¡No te preocupes! Pronto nos saldrá un trabajo.
- Suerte de tu optimismo.
- ¿Sabes que Miguel sale con Cintia?
- ¡Oh! ¡Pobrecita! Todas tus ilusiones se han ido al traste.
- Pues sí, estaba convencida de que era yo la que le gustaba mucho.
- Y seguro que le gustas, pero...
- Sí, ya, Cintia le gusta más.
- ¡Venga! Vámonos de marcha y te animas.
- ¿Pero qué te pasa?
- ¿Por qué?
- Estás como distraída, no comes, no hablas, suspiras todo el tiempo...
- Estoy ...enamorada.
- ¡Ay, hija! Haberlo dicho. Y, ¿de quién, si puede saberse?
- De un compañero de trabajo.
- ¿Y él?
- El está saliendo con otra persona.
- ¡Ay. Miriam! ¿No podrías enamorarte de alguien no comprometido?
- ¡Qué más quisiera yo!
- Hola, cómo estás,... ya veo que no muy bien
- No, no muy bien.
- ¿Qué te ha pasado?
- Que Alvaro y yo lo hemos dejado
- ¿Qué? ¿Ya no salís juntos?
- No
- Pero... Si estábais locos el uno por el otro
- Si, pero... apareció una tercera persona y todo se fue al traste
- ¡Cómo lo siento, chica!
- No me gusta comprometerme.
- Pero la vida es compromiso.
- Para ti. Yo prefiero relaciones con libertad.
- Eso será porque no estás enamorada.
- Es probable. Me gusta salir con gente y…no me enamoro, no como otra gente.
- Ya te llegará, como a todos...
- ¿Cuántas veces te has enamorado?
- Dos.
- ¿Sólo?
- Hombre, no es una cuestión de número, sino de calidad.
- Bueno, ya,... pero, ahora hace tiempo que no sales con nadie.
- Pero estoy bien.
- Vale, vale, tú sabrás lo que te conviene.
- Lo sé.
- Es que... me cuesta enamorarme.
- ¿Por qué?
- No lo sé, quizás espero demasiado del amor
- Hay que ser más práctico, hombre, más normal
- Vaya, ya está aquí el sabio, dando consejos...
- Bueno, si te lo tomas así...
- No, hombre, no, es que cada uno vive eso del amor de una forma diferente.
- Tienes razón.
- Estoy enamorado de ti.
- Raúl, por favor, ya lo hemos hablado.
- Sí, pero tú no te decides.
- Venga…, ya te lo he explicado. Me gustas mucho, estamos bien juntos, pero...
- Ya, pero...¡No estás enamorada de mí!
- Es que no lo sé... necesito más tiempo.
- Siempre lo mismo...Necesitar más tiempo, es un “no”.
- Lo siento, pero no estoy enamorada de ti.
- Pero María, si lo pasamos en grande, juntos
- Ya... pero...
- ¿Pero qué, María, pero qué...?
- Pues que necesito estar enamorada para comprometerme.
- Pero tú me dijiste que me querías
- Ya lo sé, pero no es lo mismo querer que estar enamorada
- Pues, piénsalo bien, yo ya no aguanto más esta situación
- De acuerdo, lo pensaré
- Mi vida amorosa no es muy afortunada
- ¿Por qué dices eso?
- Porque mis relaciones siempre han sido complicadas
- Pero, mujer, ¿tú realmente crees que hay relaciones no complicadas?
- Pues, no sé, hay gente que parece muy feliz...
- ¡No te fíes de las apariencias!
- Creo que nuestra relación no funciona
- Pero Berta, ¿qué dices? ¡Claro que funciona!
- No, Carlos, no. Nos pasamos el día discutiendo, nunca estamos de acuerdo en nada,...
- Berta, por favor, no digas eso...
- Mira, Carlos, yo creo que es mejor afrontar la verdad.
- Pero ¿qué es lo que quieres decirme?
- Ya lo sabes, que esto se ha acabado.
- Pero Berta, espera, podemos arreglarlo, podemos...
- No, ya no.
- ¿Qué, cómo va tu vida amorosa?
- De lo mejor
- ¿Sigues saliendo con Elena?
- Huy, qué va, esa historia terminó hace tiempo. Ahora salgo con Cristina.
- Chico, lo tuyo es adicción a lo nuevo, ¿no?
- No, cada vez que alguien me gusta, salgo con ella un tiempo.
- Me gusta mucho Angela, pero no quiero comprometerme
- ¿Y a qué esperas?
- No, no espero a nada, es que no quiero comprometerme.
- Pero, chico, que tienes 31 años, ya no eres un niño.
- No, pero estoy muy bien así, sin ataduras, sin compromisos.
- Tú sabrás, pero tampoco es lo ideal, ¿no?
- Para mi, sí.
- Pepe, tengo un problema.
- Dime, Alberto.
- Me he enamorado.
- ¿De Cecilia? Sí, claro, ya lo sé, lleváis dos años saliendo.
- No, de Cecilia “estaba” enamorado...Ahora me he enamorado de Carol.
- ¿Quéee?
- Ese es el problema, cómo decirle a Cecilia que lo nuestro se acabó, y que me he enamorado de otra.
- Desde luego... ¡No quisiera estar en tu piel!
- Lo siento, Carolina, pero nuestra historia ya no funciona.
- ¿Hay otra persona?
- Pues...
- Por favor, dime la verdad.
- Sí, hay alguien más.
- Adiós, Alfonso, no has jugado limpio.
- Carolina, yo...
- Lola, llevamos un año saliendo, quiero un compromiso mútuo
- No sé, Daniel, a mí los compromisos formales me dan miedo
- ¿Pero, miedo a qué?
- No lo sé, decir "compromiso" es decir "fidelidad", es decir "no" a muchas cosas...
- Sí, claro, ya lo sé. Y también es decir "sí" a otras cosas : amor compartido, proyectos, ...
- Quizás tengas razón, pero me sigue dando miedo.
- A mí me gusta vivir en pareja, no sé estar sola.
- A mí, sin embargo, me encanta mi intimidad, y no me importa la soledad
- Por eso yo vivo con mi chico y tú vives sola
- Así es, cada una, a su manera.
- Me gusta mucho Almodóvar , ¿y a ti?
- Me encanta
- ¿Cuál de sus películas te gusta más?
- Todo sobre mi madre
- A mí me encantan las de su primera etapa, sobre todo Matador y Laberinto de pasiones
- A mí me gustan más las últimas.
- ¿Te apetece ir al cine?
- ¿A ver qué?
- Una de suspense.
- Me apetece.
- ¡Alégrate! Nos ha tocado la lotería.
- ¿Alegrarme? Me encanta, me encanta y me encanta
- ¿Te atreves a pensar cómo lo gastaremos?
- ¡Claro que me atrevo! Para empezar, me apetece un viaje alrededor del mundo.
- Sigue, sigue, ¡sorpréndeme!
- Luego, me gustaría cambiar de casa y comprar una bien grande.
- Ya veo que no te cuesta nada imaginar cómo nos lo gastaremos.
- No sólo no me cuesta, me apasiona...
- Me ha sorprendido tu llamada
- ¿ Por qué ?
- No me la esperaba
- Es que necesito decirte algo importante
- ¡Huy! Piénsatelo bien, si no, después, te arrepentirás
- No, no me arrepentiré, y, además... lo tengo bien pensado
- Bueno, estoy dispuesta, adelante.
- ¿Qué tal tu vida amorosa?
- Actualmente, estoy saliendo con una chica.
- Pero...¿en serio?
- Muy en serio. Estamos comprometidos.
- ¡Caramba! ¿Va a haber boda y todo?
- Si las cosas siguen así, queremos casarnos
- Enhorabuena, chico, ya era hora.
- Sí, he encontrado a mi amor ideal
- No sé qué me pasa, me cuesta enamorarme
- ¿Por qué?
- Pues... no lo sé
- Oye, a lo mejor te enamoras, pero no lo sabes.
- Sí lo sé, sé lo que es el amor, lo he sentido dos veces en mi vida y sé lo que es
- Huy, chico, te has puesto muy serio
- El tema es serio
- Ya... ya...
- Quizás le exijo mucho a mi pareja
- Quizás...
- No lo sé, pero querría estar enamorado otra vez y volver a sentir lo mismo
- Bueno, no desesperes, el día menos pensado llega tu pareja ideal
- Yo no estoy tan seguro.
- Pero ¿qué te pasa?
- ¿Por qué lo dices?
- Porque tienes los ojos brillantes y no dejas de sonreir
- ¿Tanto se me nota? Estoy enamorada
- ¡Enhorabuena! Y...¿quién es él?
- Mario, un chico que conocí en vacaciones
- Pues, ya puedes ir organizando una cena para presentárnoslo
- Claro que sí, muy pronto.
* * *