Práctica 8# Inmersión


Práctica auditiva 8


Episodio nº 20 : Vamos al cine.

Listening practice 8.


- Sólo tengo ganas de estar sentado y distraerme.

- Hombre, pues ya tengo la solución: podemos ir al cine.

- ¡Justo lo que necesito?

- ¿Dan alguna buena?

- Claro, me han hablado muy bien de Promesas del Este, la última película de Cronenberg.

- Perfecto. Vamos.




- David, ¿a qué hora quedamos para ir al cine?

- ¿Qué te parece a las siete?

- Bien. Entonces, ¿vamos a la sesión de las 8?

- Sí, ¿no? Y luego podemos ir a tomar algo por ahí.

- La película que vamos a ver es Las Trece Rosas, ¿no?

- Sí.

- Y...¿de qué va?

- Pues va de 13 muchachas que fueron fusiladas cerca del cementerio de La Almudena, en Madrid, en 1939.

- ¡Ah! Es una película española.

- Sí.

- ¿Estará bien, no?

- Claro que estará bien, sobre todo si vamos a verla.

- De acuerdo, quedamos a las siete, entonces.




- Lucía, esta noche vamos toda la peña a ver Matrimonio Compulsivo, ¿te apuntas?

- Pues...no sé...,¿de qué trata la película?

- Es una comedia romántica y parece ser que te ries mucho.

- ¿Seguro?

- Sí,es del director de Alga Pasa con Mary.

- Bueno, ésa peli no me volvió loca, precisamente, pero...voy con vosotros. Necesito distraerme y reir un poco.

- ¡Claro que sí! Por eso te llamaba. Llevas tres semanas estudiando sin parar.

- Vale, Roberto, ¿a qué hora habéis quedado?

- A las seis, en la plaza.

- Allí estaré. Gracias por llamarme.




- Hola Bruno, soy Rebeca. He visto que están dando El Ultimátum de Bourne. ¿Te apetece que la veamos?

- Sí, pero si vamos por la noche; tengo que acabar un trabajo para mañana.

- No hay problema. A mí también me va mejor la sesión de noche.

- ¿Dónde la ponen?

- En el Bosque.

- ¿Has leído alguna crítica?

- Sí, parece que esta tercera parte está muy bien. Y como sé que te encantan las pelis de acción...

- ¡Qué bien me conoces! Es verdad, me encantan, suelto adrenalina y salgo nuevo.

- ¿A qué hora quedamos?

- Podemos quedar a las 8.30 y así tomamos algo antes de entrar.

- Perfecto. ¿Quedamos en el bar de la esquina?

- De acuerdo, hasta ahora.




- Hola, dos entradas por favor.

- ¿Qué sala?

- La sala 2, para ver Ratatouille.

- Son 13 euros.

- Aquí tiene. ¿Ha empezado ya la película?

- No, empieza dentro de diez minutos.

- Gracias. 




- Querría cuatro entradas para la sala 1.

- Son numeradas.

- ¡Ah, vale! ¿Le quedan de la parte central, más o menos?

- Sí, tengo cuatro de la fila 18.

- ¿No serán muy laterales, verdad?

- No, están bastante centradas.

- Vale.

- Son 24 euros.

- Tenga.

- Aquí están sus entradas.




- ¿Dónde ponen Mataharis?

- En los Renoir.

- Podríamos ir a verla,¿no? Es de Iciar Bollaín.

- ¿La directora de Te Doy mis Ojos?

- Sí, puede estar bien.

- ¿Quedamos por el centro y damos un paseo primero?

- Vale, ¿en Las Ramblas a las 6?

- A las seis.




- Hola Juan, quiero ir al cine, tengo muchas ganas de ver alguna comedia y pasar un buen rato.

- ¿Has mirado la cartelera?

- Sí, hay una que se llama Supersalidos, o algo así, pero no sé qué tal es.

- ¿Y si es un churro?

- Pues, mira, ¡mala suerte!

- Bueeeeno, vamos a ver ésa, pero si es muy mala, luego invitas tú a algo...

- ¡Prometido!



- Hola Marcos, ¿cómo estás?

- ¿Quién eres?

- ¡Pero bueno...! ¿Es que no me conoces? Soy Tomás.

- Hola Tomás, perdona, es que ayer me fui tarde a la cama y estoy un poco espeso.

- ¡Qué juerguista, tío! ¡No paras!

- Bueno, tampoco es eso, pero, en fin, de vez en cuando,...

- Bueno, te llamaba porque dijimos que iríamos al cine, con Carmen y Pilar, ¿te acuerdas?

- Claro, claro,...estupendo. ¿A qué hora quedamos?

- ¿Te va bien a las cinco?

- Por supuesto. ¿Dónde?

- Pasamos por tu casa y te recogemos.

- Gracias, tío. Eres un amigo.

- Ya lo sé.




- Hola Rocío, soy Germán, mira, que... finalmente no puedo venir a la cena.

- ¡Anda!¿Cómo es eso?

- Es que no me acordaba de que había quedado con Lola.

- ¡Pero qué morro tienes, tío!

- Lo siento de verdad, Rocío, pero ya sabes que ella y yo ahora…estamos...

- Ya, ya, que estáis medio saliendo,...¡ya!

- Te prometo que te compensaré.

- Típico de ti, Germán.




- ¿Qué te pasa? Llevas de morros todo el día.

- Tú sabrás.

- Pues no, no lo sé, ¿por qué estás enfadada?

- Porque te has vuelto a olvidar de que hoy era nuestro aniversario.

- ¡Seré burro! Me acordé ayer y anteayer, y hoy...¡se me ha olvidado!

- Pues ahora ya sabes por qué estoy de morros.

- Ahora mismo nos vamos a cenar por ahí y te compro flores.

- ¡Qué cara tienes! ¡A las nueve de la noche!

- Bueno,mujer, más vale tarde que nunca...



- Mira, mira qué fiestorra en el Ritz.

- Mmmm, debe haber unos canapés estupendos.

- ¿Intentamos pasar por el morro?

- ¡Pero tú estás loco, tío!, que tienen una lista de nombres.

- ¿Ah, sí?

- No, te están esperando a ti, para dejarte pasar por el morro...¡Que no son tontos, hombre!

- En fin, sigamos paseando.



- ¡Qué tío tan grosero! Se ha saltado la cola y ha entrado dando empujones.

- ¡Qué descaro!

- Es que…siempre hay gente que se pasa de lista.

- Siempre hay caraduras, tienes razón.

- Bueno, ¿cuándo nos toca?

- Enseguida, tranquilo.



- ¿Qué te parece Miguel?

- Pues que tiene mucha cara. Ya es la tercera vez que dice que no lleva suelto y hace que le paguemos el café.

- Mira, el próximo día, no se lo pago. A los caraduras hay que plantarles cara.

- Pues mira, sí, el próximo día no se lo pagamos, a ver cómo reacciona.



- Silvia tiene mucho morro. Está saliendo con dos tíos a la vez, ¡y tan pancha!

- Sí, realmente hay que tener mucha cara para hacer eso y estar tan tranquila.

- Un día u otro se enterarán.

- Sí, y entonces...




- Mira, mira esos dos, cómo se están morreando...

- ¿Y a ti qué te importa?

- No, nada, pero parece que se pasan un poco, ¿no?

- Pero, vamos a ver…¿ por qué te molesta?

- No me molesta, pero...

- ¿No te estarán dando envidia?

- Te lo tomas todo a broma.

- No, pero no le doy tanta importancia.






Episodio nº 21 : Voy a comprarme un vestido.

Listening practice 8.





- Marta, quiero ir de compras, ¿me acompañas?

- En principio, sí. ¿Qué vas a comprarte?

- Un vestido guay.

- ¿Vestido? Pero si tú nunca llevas vestidos...

- Ya, pero tengo una boda la semana que viene y necesito un vestido para la ocasión.

- ¡Ah!, eso es otra cosa. ¿Cuándo quieres ir?

- ¿Qué tal te iría el sábado?

- Bien, cuenta conmigo.




- Hola, buenas tardes, ¿qué desean?

- Hola, pues... quería un vestido.

- ¿De qué tipo, informal, elegante, moderno, clásico?

- Pues no lo sé muy bien...Mire, es para ir de boda.

- Entiendo. Moderno, pero un poco elegante, ¿no?

- Creo que sí. ¿Podría enseñarnos unos cuantos?

- Por supuesto. Acompañadme a la sección de vestidos.



- Hola, estoy buscando un vestido para ir a una boda.

- ¿Ha visto algo que le guste?

- Sí, he visto uno en el escaparate que me gusta bastante.

- Ah, sí, el del escaparate...¿Qué talla tiene?

- La 46.

- Acompáñeme, le enseñaré también otros de ese estilo.

- Sí, me gustaría probarme algunos.

- Claro, vamos a ver unos cuantos.




- Hola, estoy buscando un pantalón que me resulte cómodo.

- ¿Ha visto alguno?

- No, pero, mire, lo querría moderno, de loneta y con elástico en la cintura.

- Tengo unos de loneta con unos pequeños elásticos a los lados, mire.

- Ah, pues me gustan. ¿Puedo probármelos?

- Claro, sígame al probador, por favor.



- Hola, querría una camisa de algodón, de color claro.

- Mire, éstas de aquí acaban de llegar, serán la moda del próximo invierno.

- Ya, pero... estos colores tan chillones no acaban de gustarme...¿Qué otros modelos hay?

- Pues hay éstas, un poquito más clásicas, pero…¿qué le parecen?

- Estas me gustan más. A ver... mire... querría probarme la beis, la azul marino y la blanca.

- Disculpe, ¿cuál es su talla?

- La 48.

- Voy a buscárselas. Mire, allá al fondo están los probadores.




- Mire, me quedo esta falda, me está muy bien.

- Estupendo.

- ¿La puedo lavar en casa?

- Sí, no hay ningún problema, es una prenda resistente y admite lavadora sin problemas.

- Muy bien, ¿qué le debo?




- ¿Qué te parece este suéter, Luis?

- Yo creo que te está muy bien.

- Ya, pero...¿me favorece?

- Claro que te favorece. El azul cielo siempre te ha ido muy bien a la cara.

- ¿Me lo ves grande?

- ¡Qué va! Te está clavado.

- ¿Cuál te gusta más, el azul o el verde?

- A mí, el azul.

- A mí también, creo. Vale, me llevo el azul.

- ¡Gracias a Dios! (susurrando...)



-  ¡Qué bien te quedan esos tejanos!

- ¿Me quedan bien?

- Te quedan perfectos.

- ¡Qué bien!, además, los tejanos son los pantalones con los que voy más cómoda.

- Ya se te ve, como una segunda piel,¿verdad?




- ¡Qué monada de camiseta!

- Es mona, ¿verdad?

- Me encanta. 

- La he comprado en el mercadillo de la plaza.

- ¡Ah! Pues mañana voy a ver si encuentro una parecida para mí.

- Vale, parecida ¡eh?, pero que no sea igual.

- ¡Tranquila, mujer! Llevaremos camisetas diferentes.




- Hola, quería un vestido para ir a una boda.

- Ahora mismo le enseño varios. ¿Cuál es su talla?

- Una 50.

- Mire, de esta talla, son todos estos de aquí.

- Bien. A ver...mire, ése..., y…y ése otro..., el largo beis, también..., mmmm, a ver..., aquel azul también me gusta, y...., mmmmm, y también el rojo, el que lleva chaqueta.

- Muy bien, señora, acompáñeme al probador, por favor. Por aquí.

- Tendré para un ratito, llevo cinco vestidos.

- No se preocupe, tómese el tiempo que necesite.

- Gracias, luego la aviso.

- Me llamo Pepita.




- Mire, me llevo el vestido rojo, el que lleva chaqueta.

- Le queda bien, ¿verdad?

- Muy bien, la verdad es que me favorece.

- ¿Qué tal el azul?

- No, el azul me estaba estrecho, no estaba cómoda con él.

- ¡Ah! Entonces, el rojo es ideal. Le está bien, le resulta cómodo y es muy bonito...¡Buena elección!

- Sí, estoy contenta. ¿Qué le debo?

- Son 90 euros.

- Aquí tiene.

- Adiós señora, que vaya bien.

- Hasta otra, adiós.




- No sé, no acabo de decidirme...¿A ti, cuál te gusta más?

- A mí me gusta más el abrigo de cuadros, pero creo que te favorece más el negro.

- ¡Ay, no sé! Me gustan los dos, pero...

- ¿Con cuál vas más cómoda?

- Con el negro.

- Entonces...

- Sí, tienes razón, me encanta y voy muy cómoda con él. Me llevo el negro.

- Vale, vamos a pagar.



- ¿Echamos un vistazo a esa boutique?

- Sí, tiene cosas muy monas.

- A ver si encuentro la falda que busco...

- Seguro, mira qué monadas.

- Sí, es verdad, hay un montón de faldas que me gustan.

- Pues,¡venga!, vamos a elegir unas cuantas y te las pruebas.

- Vamos.




- ¿Qué tal le va el vestido marrón?

- Es bonito, pero demasiado formal para mí.

- ¿Y el gris?

- Tampoco me gusta, es muy ceñido.

- ¿Se ha probado el negro?

- No, ahora me lo pruebo y le digo algo.

- De acuerdo. Si no le gusta cómo le queda, no se preocupe, le traigo dos o tres más.

- Sí, pero menos clásicos.

- De acuerdo.




- Hola, ¡qué guapa! ¿qué te has hecho?

- Maquillarme hasta las cejas.

- ¡Ah! Ya decía yo... te notaba... diferente.

- Y tan diferente. Me han maquillado en la peluquería porque voy de boda dentro de dos horas.

- ¡Aaaah! ¡Vale! Bueno, pues... ya nos veremos.

- Sí, te llamo pronto.

- ¡Qué te diviertas en la boda!

- Eso espero.



- Pero bueno, tú te gastas un montón de pasta cada mes, ¿no? Siempre te veo con cosas diferentes y siempre a la moda.

- Bueno...me gusta mucho comprarme cosas de temporada, sí..., ir un poco a la moda.

- ¡Madre mía! Pero...

- Oye, yo no te pregunto cuánto dinero te gastas tú en viajes.

- No te habrás enfadado, lo decía sin mala intención.

- Claro que no, yo también lo decía sin mala intención...



- ¿Nos vamos a mirar escaparates?

- Pues...¡francamente, no! Estoy muy, muy cansada para ir de escaparates.

- ¿Y si nos vamos al cine?

- ¡Eso es otra cosa! Eso sí que me apetece.



*  *  *

 


 © Spanishpodcast, 2007-2018