Ir a las fotos
China es uno de los países en los que el contraste entre lo moderno y lo tradicional se hace evidente a cada paso. Quizás Beijing es una de las ciudades en las que este contraste se manifiesta constantemente. Los antiguos edificios imperiales conviven junto a espectaculares rascacielos que tocan las nubes; la tranquila vida de los hutong se mezcla con la apresurada vida de los distritos financieros; y el tai-chi practicado por grupos espontáneos en las calles, tiene como telón de fondo la invasiva publicidad que llena las calles de la ciudad. La más exquisita y tradicional comida china se alterna con las hamburguesas de los McDonnald´s; y puedes tomarte un té jazmín junto al lago, y acercarte luego al Starbucks para degustar el mejor capuchino occidental en Pekín.
Tradición y modernidad mezcladas sin tregua en un intrincado tejido social que no renuncia ni a su milenaria historia ni a la inevitable modernidad.