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Las calles del casco histórico de Santiago de Compostela fueron construidas cuando la ciudad ya estaba amurallada, por lo que había un espacio limitado. Son calles estrechas que fueron importantes vías medievales de tránsito, sobre todo de las riadas de peregrinos que llegaban desde cualquier punto de Europa para venerar al apóstol Santiago.
Durante el s. XVIII se fueron derribando las murallas y la ciudad empezó a ampliarse poco a poco. La burguesía santiaguense empezó a construir o a rehabilitar los edificios de la calles del centro histórico para establecer en ellas sus residencias.
A pesar de las nuevas construcciones, muchas de las ya existentes se conservaron y siguen conservándose en la actualidad, propiciando que turistas y peregrinos puedan llegar hasta el Obradoiro a través de estas calles llenas de testimonios del pasado.
En nuestro álbum dedicado a estas calles de origen medieval de la capital compostelana, podrás admirar sus edificios, sus soportales, la fisonomía de las antiguas calles construidas siglos atrás, sus farmacias decimonónicas, así como el encanto de sus antiguos cafés, de sus puertas y de sus vidrieras.
Acompáñanos a pasear por el centro histórico de Santiago de Compostela y conocerás una ciudad llena de huellas del pasado.