Estimular el deseo
Hello dear friends and welcome to Spanish Podcast. I'm Mercedes speaking to you from Barcelona. In our 253rd episode: (Open Couples II) Stimulate Desire, we keep on a seventh phase of our subjunctive study in substantive sentences, with verbs with which we express our opinions and with which we communicate ideas, judgments, opinions, etc. We do it through a very fashionable theme nowadays: open couples. So we can enter this grammar theme, having fun and knowing topics that interest everyone.
Hola queridos amigos y bienvenidos a Español Podcast. Soy Mercedes y os hablo desde Barcelona. En nuestro episodio nº 253: (Parejas Abiertas II) Estimular el deseo, continuamos en la fase 7 de nuestro estudio del subjuntivo en oraciones sustantivas, con verbos con los que expresamos nuestras opiniones y con los que comunicamos ideas, juicios, pareceres, etc. Lo hacemos a través de un tema muy de moda en la actualidad: las parejas abiertas. Así podremos entrar en este tema gramatical, pasándolo bien y conociendo temas que a todos interesan.
Angela y Eva se han reunido en una cafetería para hablar de un tema delicado. Eva lleva 12 años casada; Angela, 15. Eva y su marido -Alberto- se están planteando abrirse a otras relaciones de pareja. Eva está de acuerdo, pero tiene dudas y por eso quiere hablar con su mejor amiga, Angela. ¡Asistamos al diálogo entre ambas:
Angela:Bueno, Eva, supongo que tienes que decirme algo importante. Parecías preocupada por teléfono.
Eva:Bueno, sí, es un asunto al que le estoy dando vueltas y más vueltas en los últimos días.
Angela:Tú dirás, cuéntame.
Eva:¿Te acuerdas de que hace un tiempo estuvimos hablando de la rutina de las parejas?
Angela:No recuerdo que habláramos de eso, no lo recuerdo…
Eva:Bueno, es igual. El caso es que Alberto y yo hemos hablado mucho de esto.
Angela:¿De qué?
Eva:Pues hemos hablado de que las parejas se desgastan, se someten a una rutina que acaba con el deseo y deteriora la relación.
Angela:A ver, Eva, yo no creo que eso pase en todas las parejas. Tampoco pienso que la rutina deteriore la relación. Es sólo que las formas de amarse, en una pareja estable, van evolucionando.
Eva:Pues, en nuestro caso, después de llevar 12 años casados, tanto Alberto como yo hemos descubierto que nuestra pareja necesita una ventana al exterior. Nos parece que la rutina nos está asfixiando un poco.
Angela:Pues yo no creo que vuestra pareja esté asfixiada. Pero, claro, sois vosotros los que decidís cómo estáis y qué necesitáis.
Eva:Mira, Angela, con franqueza, nos hemos dado cuenta de que nos aburrimos un poco. Consideramos que necesitamos estímulos externos para darnos vidilla.
Angela:Mira, Eva, eso del intercambio de parejas, a mí me suena a poder ponerle los cuernos al otro, pero sin culpa.
Eva:No es un intercambio de parejas, pero si a alguno de los dos le gusta mucho alguien, puede tener sexo con esa persona.
Angela:Eva, por Dios, yo opino que ese tipo de cosas os provocará unos celos enfermizos, os destrozará…
Eva:No creo que nos los provoque. Al contrario, si los dos estamos de acuerdo en abrir la pareja a otras relaciones y negociamos unas reglas entre ambos, los celos desaparecen, lo mismo que las mentiras y los cuernos. No hay traición porque son relaciones consentidas.
Angela:No creo que podáis establecer unas reglas en un asunto tan espinoso.
Eva:Pues yo he hablado con gente que forma parte de parejas abiertas y puedo constatar que se establecen normas.
Angela:¿Como por ejemplo?
Eva:Pues, por ejemplo, abrir la pareja porque los dos miembros lo quieren. Dar ese paso porque ambos creen que mantener sexo fuera de la pareja, puede acabar con la rutina, estimular de nuevo el deseo y abrirte a nuevas emociones.
Angela:Pues yo opino que podéis dedicar todos esos esfuerzos a tener nuevos estímulos entre vosotros dos.
Eva:Angela, me imagino que mucha gente lo ve así. Pero nosotros somos conscientes de que la pareja monogámica no es más que una construcción cultural. Es más, afirmamos que es una forma de convivencia antinatural.
Angela:Eeevaaaa…¿Pero qué te pasa? Te veo muy radical. Aún me acuerdo de lo enamorados que estábais cuando os casásteis.
Eva:Y aún lo estamos, estamos muy enamorados. Pero el sexo se ha convertido en algo rutinario y aburrido. Creo que no nos sentimos ni cómodos ni felices tal como están las cosas.
Angela:¿Y Alberto lo ve igual que tú?
Eva:De hecho fue él quien empezó a hablar del tema.
Angela:No sé, Eva, a mí, este tema, me da la impresión de que puede hacer daño a alguno de los dos.
Eva:Pero por eso hay normas. Una de ellas es que, si uno de los dos, después de empezar, cree que está sufriendo, que no lo soporta, o se siento incómodo o se siente traicionado o se muere de celos,… o…o ve que no es como creía, la experiencia se detiene.
Angela:Ya, pero, por ejemplo, yo estoy convencida de que hay que tener mucho estómago para hablar de la que es tu rival en la cama.
Eva:Es que no se habla de eso. El o ella van con alguien y ya está. Le dices a tu pareja que has ido con alguien, pero sin entrar en detalles, a no ser que el otro los pida.
Angela:Por lo que dices, entiendo que se oculta cierta información…
Eva:No, no se oculta, es sólo que no es necesario dar detalles.
Angela:¿No hay en todo esto algo de promiscuidad?
Eva:Yo creo que no. El hecho de tener una relación abierta no significa que vayamos acostándonos con todo el mundo, como si fuéramos adictos al sexo. No es eso, en absoluto.
Angela:¿Y si te enamoras del otro?
Eva:Normalmente, se establece una duración determinada para cada relación sexual. No busco amor, eso ya lo tengo con Alberto. Busco nuevas experiencias sexuales.
Angela:No puedo entender que busques sexo con otros, amando a Alberto.
Eva:Pues porque creo que eso no pone en peligro ni nuestra relación ni nuestro amor.
Angela:Eva, y todos estos intercambios, ¿no crees que pueden favorecer un sexo de riesgo?
Eva:No, Angela la gente que forma parte de parejas abiertas se hace análisis de control cada tres meses, y tiene que estar dispuesta a enseñar esos análisis en todo momento. Y siempre se practica sexo seguro.
Angela:Oye, que me estás poniendo paranoica. Supondo que no querrás seducir a Leonardo. ¡Júrame que eso no va a pasar!
Eva:Te lo juro, te juro que eso no pasará. Porque una de las normas sagradas es no establecer relaciones con personas que formen parte del círculo de amigos de la pareja.
Además, de buen rollo, Angela, Leonardo nunca ha sido mi tipo. Lo adoro como amigo, pero permíteme que te diga que no me pone…
Angela:¡Qué amable!
Eva:¡Venga, mujer! Lo digo para que te tranquilices…
Angela:No sé, Eva, opino que no soy la persona adecuada para hablar contigo de este tema. Yo no podría hacer algo así. Me moriría de celos. Para mí, es anti-natural y estoy convencida de que, a la larga, no puede funcionar.
Eva:Yo creo que sí eres la persona adecuada. Has sido totalmente sincera y eso me vale. Tampoco esperaba que estuvieras de acuerdo conmigo en todo.
Angela:Eres un sol. Gracias por decirme eso, porque es de las pocas veces que no estamos de acuerdo en algo.
Bien, amigos, en el episodio anterior, habíamos dejado el diálogo cuando Ángela se había mostrado francamente preocupada por las posibles consecuencias de esta apertura de la pareja de Eva, y decía:
- Eva, por Dios, yo opino que ese tipo de cosas os provocará unos celos enfermizos, os destrozará…
Ángela así lo cree. Si uno de los dos está con otro partenaire…, bueno…tiene sexo con otra persona fuera de la pareja…eso destrozará la pareja, les provocará unos celos enfermizos (enfermizos es un adjetivo derivado de “enfermo”), incontrolables.
Pero Eva está muy convencida de sus argumentos. Dice:
- No creo que nos los provoque (no creo que nos provoque celos).
No creo (verbo 1 negativo) + que + provoque (subjuntivo).
Y añade:
- Al contrario, si los dos estamos de acuerdo en abrir la pareja a otras relaciones y negociamos unas reglas entre ambos, los celos desaparecen, lo mismo que las mentiras y los cuernos. No hay traición porque son relaciones consentidas.
Eva cree que si lo hablan con sinceridad, ya no hay engaño, no hay traición y tampoco habrá celos.
Pero Ángela desconfía de que puedan establecerse reglas (normas) en un asunto tan espinoso. “Espinoso”, con espinas (como las espinas de las rosas…). Espinoso es punzante, complicado, difícil, problemático. Así es un asunto espinoso.
- No veo que podáis establecer unas reglas en un asunto tan espinoso.
De nuevo la misma estructura, no es necesario repetirlo cada vez, pero fijaos bien en el diálogo porque está lleno de ejemplos.
Pero Eva no cede:
- Pues yo he hablado con gente que forma parte de parejas abiertas y puedo constatar que se establecen normas.
Verbo “hablar”, verbo de lengua en forma afirmativa, que hemos detectado ahí, al principio de la oración principal y que por lo tanto nos da la pauta de que va seguido de indicativo.
Verbo constatar: afirmar, dar pruebas de algo. Con su oración complementaria en indicativo.
- Puedo constatar…
- Puedo constatar que…
- Puedo constatar que se establecen normas
Ángela se pone de los nervios:
- ¿Cómo por ejemplo?
Y Eva, que lleva pensando en esto semanas, le enumera algunas:
- Pues, por ejemplo, abrir la pareja porque los dos miembros lo quieren. Dar ese paso porque ambos creen que mantener sexo fuera de la pareja, puede acabar con la rutina, avivar de nuevo el deseo y puede abrirte a nuevas emociones.
Es decir, creen que eso puede acabar con la rutina, puede avivar el deseo y puede abrirte a nuevas emociones. Avivar y estimular se usan indistintamente cuando se refieren al deseo: estimularlo, avivarlo.
Ángela lo ve diferente:
- Pues yo opino que podéis dedicar todos esos esfuerzos a tener nuevos estímulos entre vosotros dos.
De nuevo un verbo básico en el grupo de verbos de influencia de comunicación, de expresión de opiniones: opinar. Veis qué claridad en estas frases del diálogo:
- Pues yo opino que podéis dedicar todos esos esfuerzos a tener nuevos estímulos entre vosotros dos.
Eva cree que la perspectiva de su amiga Ángela es compartida por mucha gente. Por eso le dice:
- Ángela, me imagino que mucha gente lo ve así. Pero nosotros somos conscientes de que la pareja monogámica no es más que una construcción cultural. Es más, afirmamos que esa es una forma de convivencia antinatural.
¡Vaya, vaya, vaya! Eva expresa sus opiniones con total convicción, usando verbos como:
- Me imagino que mucha gente lo ve así.
- Somos conscientes de que la pareja es una construcción cultural.
O:
- Afirmamos que es una forma de convivencia antinatural.
Y lo dice muy asertiva, muy firme, casi enfadada. Por lo que Ángela se queda un poco tocada. Misma estructura de verbos 1 afirmativos + que + verbos 2 en indicativo.
- Eeeeeva…¿Pero qué te pasa? Te veo muy radical. Aún me acuerdo de lo enamorados que estábais cuando os casásteis.
Verbo de entendimiento de percepción mental:
- te veo (me pareces)
- acordarse de algo
- acordarse de cuando algo pasó
- Aún (recuerdo) me acuerdo de lo enamorados que estábais cuando os casásteis.
Eva se está enfadando. Ella no ha dejado de querer a Alberto, y viceversa. Por eso le aclara a su amiga:
- Y aún lo estamos, estamos muy enamorados. Pero el sexo se ha convertido en algo rutinario y aburrido. Creo que no nos sentimos cómodos ni felices tal como están las cosas.
¡Huy! ¿Aquí, qué pasa? ¿Forma negativa + indicativo? Nooo, no, no…No confundamos.
Fijaos bien. No dice:
- No creo que (no nos sintamos cómodos)
Sino:
- Creo que…(primer verbo afirmativo)
Y fijaos porque la negación está en el segundo verbo, no os confundáis:
- Creo que no nos sentimos cómodos
Pero:
- No creo que no nos sintamos…(¿veis la diferencia?)
Ángela piensa ahora en Alberto, el marido de su amiga:
- ¿Y Alberto lo ve igual que tú?
En este caso, “lo ve” es como decir “lo percibe como tú”, o “¿opina como tú?”, “¿piensa como tú?”, etc.
Y Eva asiente:
- De hecho fue él quien empezó a hablar del tema.
Y Ángela muestra sus temores de que una decisión como ésta perjudique a su amiga y a su marido:
- No sé, Eva, a mí este tema me da la impresión de que puede hacer daño a alguno de los dos.
“Me da la impresión de que…”, o “creo que podría pasar…”, “me parece que podría hacer daño…”, etc.
Eva se defiende citando esas normas que cada pareja tiene que negociar antes de empreder esa apertura al sexo con terceros. Y las cita como si fueran un antídoto:
- Por eso hay normas. Una de ellas es que, si uno de los dos, después de empezar, cree que está sufriendo, que no lo soporta, que no es como creía, que se siente incómodo o traicionado, o que se siente celoso, la experiencia se detiene.
- Si uno cree…
- Si uno cree que…
- Si uno cree que está sufriendo…
- Si uno cree que no lo soporta…
- Si uno cree que no es como creía…
- Si una cree que se siente incómoda…
- Si una cree que se siente traicionada…
- Si una cree que se siente celosa…
Entonces, la experiencia como pareja abierta, se detiene, se para, no sigue adelante.
Ángela sigue viendo problemas en cualquier nueva perspectiva que abordan. Por eso dice:
- Ya, pero por ejemplo estoy convencida de que hay que tener mucho estómago para hablar de la que es tu rival en la cama.
Tu rival es tu adversario, tu enemigo. Y usamos esta expresión coloquial: “hay que tener mucho estómago” para significar que hay que superar ciertos obstáculos para hablar de ciertos temas que nos afectan negativamente. Temas que suelen tocarnos la fibra sensible y de los que preferiríamos no hablar.
Y quizás tenga razón. Ponerte a hablar con naturalidad, del otro o de la otra, puede no ser tan fácil como parece.
Eva le dice:
- Es que no se habla de eso. Él o ella van con alguien y ya está. Le dices a tu pareja que has ido con alguien, pero sin entrar en detalles, a no ser que el otro los pida.
Anuncias el hecho general, pero de manera breve y sin extenderte en detalles.
Ángela dice que eso le parece ocultar información, usando el verbo “entender”, aquí con el sentido de deducir:
- Entiendo que se oculta cierta información.
Pero Eva no cree que eso sea ocultar información, por eso dice:
- No se oculta, es sólo que no es necesario dar detalles
Angela necesita preguntar por una cuestión sensible, delicada:
- ¿No hay en todo esto algo de promiscuidad?
Promiscuidad es mantener relaciones sexuales, las de una persona con muchas otras. También se le llama promiscuo/a a aquella persona que tiene relaciones inestables con varias personas. Promiscuidad es la mezcla de relaciones no estables, diversas, un poco compulsivas a veces, con un objetivo único: el placer sexual.
Y a Ángela, esto de las parejas abiertas le suena a promiscuidad. Sin embargo Eva está en total desacuerdo con este plantemiento:
- Yo creo que no. El hecho de tener una relación abierta no significa que vayamos acostándonos con todo el mundo, como si fuéramos adictos al sexo. No es eso, en absoluto.
Aquí tenemos el verbo “significar”, en forma negativa:
- Eso no significa…
- Eso no significa que…
- Eso no significa que vayamos acostándonos con todo el mundo…
Siempre detectando y reconociendo estos verbos de actividad mental y de expresión de opiniones, verbos con los que expresamos ideas, pensamientos, opiniones; estos verbos de entendimiento, de percepción mental, verbos que usamos para comunicar y que por ello son verbos de comunicación y lengua, verbos que expresan procesos cognitivos. Tal como hemos dicho, verbos que llamamos familiarmente “verbos de cabeza”.
Y ahí los detectaremos como verbos 1, verbos de la primera oración o principal, para saber -justamente- qué modo ponemos en la 2, según sea el primer verbo y según sea afirmativo o negativo.
Vamos con unos cuantos ejemplos más de estos verbos para que sigáis familiarizándoos con ellos y detectándolos cada vez con menos esfuerzo. Aquí están los ejemplos:
- Creo que Miguel me regalará algo por mi aniversario.
- No creo que Miguel me regale nada por mi aniversario.
- Pienso que la contaminación global es un asunto dramático.
- No pienso que la contaminación global sea un asunto tan dramático…
- Considero que el jefe es un dictador.
- No considero que el jefe sea un dictador, es un hombre justo.
- Me doy cuenta de que como demasiado.
- No me doy cuenta de que coma demasiado.
- Confirmo que el médico ha pedido otros análisis.
- No confirmo que el médico haya pedido otros análisis, ha pedido una radiografía.
- Entiendo que estás nervioso por el examen.
- No entiendo que estés nervioso por el examen, vas muy preparado.
- Pienso que esa película es interesante.
- No pienso que esa película sea interesante. De hecho, es una mala película.
- Creo que tendré dificultades para lograr ese trabajo.
- No creo que tenga dificultades para lograrlo, la entrevista me fue muy bien (o: no creo que vaya a tener dificultades para lograrlo…).
- Me dijo que esa Universidad era buena.
- No me dijo que esa Universidad fuera buena. Lo que dijo es que no era de las peores.
- Ha dicho que se va.
- No ha dicho que se vaya, ha dicho que va a telefonear.
- Veo que lo entiendes.
- No veo que lo entiendas. Haces mal los ejercicios.
- Soy consciente de que estoy enamorada de ti.
- No soy consciente de que esté enamorada de ti. Sé que me gustas mucho, pero de ahí a estar enamorada…
- Me parece que es una comida saludable.
- No me parece que sea una comida saludable, está llena de grasas trans.
- Creo que hoy saldré a pasear.
- No creo que hoy salga a pasear, hace un tiempo de perros…
- Estoy convencido de que hay que hacer ejercicio para estar en forma.
- No estoy convencido de que haya que hacer ejercicio para estar en forma.
- Yo creo que los hombres deben tener un cuerpo atlético.
- Yo no creo que los hombres deban tener un cuerpo atlético. Eso es un estereotipo social.
- Considero que los hombres tienen que depilarse.
- No creo que los hombres tengan que depilarse.
- Creo que Diego es muy romántico.
- Yo no creo que Diego sea romántico, aunque sí es cierto que es muy sensible.
- Le dice que la ama.
- No le dice que la ame, le dice que le gusta.
- Afirma que viene enfadado.
- No afirma que venga enfadado, sólo preocupado.
- Opino que ir de rebajas es divertido.
- No opino que ir de rebajas sea divertido, sino más bien mareoso.
- Pienso que la televisión educa a las masas.
- No pienso que la televisión eduque a las masas, más bien las embrutece.
- Me parece que la vida sedentaria es buena.
- No me parece que la vida sedentaria sea buena. De hecho, no es saludable.
- Opino que hay que trabajar para independizarse de los padres.
- No opino que haya que trabajar para independizarse de los padres.
- He descubierto que Rosa miente.
- No he descubierto que Rosa mienta, sólo que se guarda cosas.
- Creo que tienes razón al negarte a trabajar más horas.
- No creo que tengas razón al negarte a trabajar más horas. La empresa necesita más dedicación.
- Me parece que ese vestido te está muy bien.
- No me parece que ese vestido te esté muy bien, te hace mucho mayor.
- Estoy seguro de que nuestra historia tiene (o tendrá) un final feliz.
- No estoy seguro de que nuestra historia tenga (o vaya a tener) un final feliz. Cada vez veo más problemas en el horizonte.
- El jefe ha dicho que va a despedir personal.
- El jefe no ha dicho que vaya a despedir personal, pero sí que se acabaron las horas extra.
- Estoy seguro de que viene.
- No estoy seguro de que venga.
- Recordaba que esa casa era preciosa.
- No recordaba que esa casa fuera preciosa, sólo recordaba que eran muy grande y muy antigua.
- Mis amigos piensan que soy muy bromista.
- Mis amigos no piensan que yo sea muy bromista, pero sí que soy bastante simpático.
- Pienso que aún somos amigos.
- No pienso que aún seamos amigos, han pasado demasiadas cosas negativas entre nosotros.
- Me parece que Carlos es una persona problemática.
- No me parece que Carlos sea una persona problemática, pero sí creo que tiene muy mal genio.
- El ladrón confesó que había robado en la casa.
- El ladrón no confesó que hubiera robado en la casa, pero sí que rompió una ventana para entrar.
- Dice que le gusta trabajar.
- No dice que le guste trabajar, pero sí que necesita hacerlo.
- Ha comunicado al jefe que abandona la empresa.
- No ha comunicado al jefe que abandone la empresa, sólo que le ha salido otra oferta de trabajo.
- Pienso que está llorando.
- No pienso que esté llorando, sólo está acatarrada.
- Han comentado que ha desaparecido.
- No han comentado que haya desaparecido, pero sí que están preocupados por lo que tarda en llamar.
- Han informado que ha habido un terremoto.
- No han informado de que haya habido un terremoto, pero sí de que ha habido algunos temblores de tierra.
¡Aaaaah! ¡Me he quedado sin fósforo con tantos ejemplos! Ja ja ja….
Y aquí lo dejamos para que podáis pensar en ello, para que podáis repasar el anterior episodio y el actual y así mejor preparar el que será el último de este tipo de verbos, el próximo, en el que reproduciremos el diálogo entre Ángela y Eva a una velocidad normal del habla.
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Hasta la próxima, un abrazo. Chao, amigos.
Marzo de 2018.
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